Elaborado por: Laura Isabel Correa Gaviria
¿Qué se entiende por trabajo infantil?
Existen diferencias
considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas por niños.
Algunas son difíciles y exigentes, otras, más peligrosas e incluso reprobables
desde el punto de vista ético. En el marco de su trabajo, los niños realizan
una gama muy amplia de tareas y actividades.
Definición del trabajo infantil.
No todas las tareas realizadas
por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar.
Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en trabajos
que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su
escolarización se considera positiva. Entre otras actividades, cabe citar la
ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio
familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las
vacaciones para ganar dinero de bolsillo. Este tipo de actividades son
provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia;
les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para
ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
El término “trabajo infantil”
suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su
potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Así pues, se alude al trabajo
que:
·
es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o
moral del niño; e
·
interfiere con su escolarización puesto que:
·
les priva de la posibilidad de asistir a clases;
·
les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o
·
les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume
mucho tiempo.
En las formas más extremas de
trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud,
separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o
abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una
edad muy temprana). Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad
específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en
cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo
realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país
a otro y entre uno y otro sector.
Las peores formas de trabajo infantil.
Aunque el trabajo infantil
adopta muchas formas diferentes, una prioridad es la eliminación inmediata de
sus peores formas de trabajo infantil según la definición del Artículo 3 del
Convenio núm. 182 de la OIT:
a) todas las formas de
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata
de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo
forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños
para utilizarlos en conflictos armados;
b) la utilización, el
reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de
pornografía o actuaciones pornográficas;
c) la utilización, el
reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas,
en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se
definen en los tratados internacionales pertinentes, y
d) el trabajo que, por su naturaleza
o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la
seguridad o la moralidad de los niños.
El trabajo que pone en peligro
el desarrollo, físico, mental o moral del niño, sea par su naturaleza o por las
condiciones en las que se efectúa, es denominado “trabajo peligroso”.
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